¿Sabes qué son las enfermedades autoinmunes? Imagina que estás en un campo de batalla y que los soldados de tu ejercito dejan de atacar a las tropas enemigas y empiezan a arremeter contra ti, algunas veces sin piedad.
Así funcionan las enfermedades autoinmunes: el sistema inmune ataca las células saludables propias de nuestro organismo.
El sistema inmune, está diseñado para reconocer y destruir estructuras extrañas o ajenas al cuerpo y respetar los tejidos propios. En condiciones normales, el sistema inmune atacaría a ciertos factores nocivos del medio ambiente, como bacterias y virus, o a las células defectuosas, pero en enfermedades autoinmunes termina atacando al propio organismo.
Me parece de suma importancia escribir sobre este tema pues cada vez veo más personas (inlcuso niños pequeños) con padecimientos de este tipo y no se habla mucho sobre la importancia de la alimentación, el microbioma, el sistema digestivo e incluso la lactancia materna como factores determinantes en la prevención de la autoinmunidad.
Las enfermedades autoinmunes están alcanzando niveles epidémicos. La medicina actual enumera entre 80 y 100 tipos diferentes de trastornos o enfermedades autoinmunes. Algunos de los más comunes incluyen esclerosis múltiple (EM), artritis reumatoide (AR), tiroiditis de Hashimoto, enfermedad de Graves y lupus.
Este tipo de enfermedades se presenta en pacientes cada vez mas jóvenes y el número de pacientes que las padecen crece exponencialmente.
Nuestras secuencias genéticas no están cambiando tan rápido como para ser la causa del incremento en este tipo de enfermedades, pero nuestro medio ambiente sí: Tenemos 80,000 sustancias químicas cuyo uso está aprobado, pero sobre cuyos efectos sobre el sistema inmune sabemos muy poco. Nuestros estilos de vida también son muy diferentes de como eran hace apenas unas cuantas décadas, comemos más alimentos procesados, hay mas nacimientos por cesarea y ha habido una importante reducción en la prevalencia y duración de la lactancia materna, estos también se consideran factores de riesgo para la autoinmunidad.
Una vez diagnosticados con un trastorno autoinmune, muchos creen que su única opción es controlar los síntomas mientras esperan que la medicina moderna encuentre una cura. Me complace informar que ese no es el caso. Un enfoque de medicina funcional para los trastornos autoinmunes tiene la posibilidad de revertir el proceso de la enfermedad al permitir que el sistema inmune se regule y deje de atacar. Seguramente te preguntarás, Si esto fuera cierto, ¿por qué los médicos no hablan de esto? Porque la medicina tradicional alópata, trata los síntomas sin buscar la causa.
La medicina funcional ha descubierto algunas razones comunes que pueden hacer que el cuerpo entre en un estado hiper inmune.
Sensibilidades Alimentarias e Intestino Permeable
Las sensibilidades alimentarias y la salud del tracto gastrointestinal son un tema muy importante en la autoinmunidad. ¿Porqué? Porque el 80% del sistema inmunitario vive en nuestro intestino.
Cuando el cuerpo reacciona constantemente a un alimento al que tiene sensibilidad, está dañando el tracto gastrointestinal. Un tracto gastrointestinal o intestino que funcione correctamente debe ser sólo lo suficientemente permeable para absorber los nutrientes de nuestros alimentos, pero no debe dejar pasar alimentos sin digerir ni toxinas. Sin embargo, cuando el intestino está expuesto a ciertos alimentos, infecciones, medicamentos y estrés, puede volverse "permeable" permitiendo que las toxinas, los microorganismos y los alimentos no digeridos se filtren al torrente sanguíneo. El intestino puede desarrollar esta permeabilidad a cualquier edad, pero también es posible que desde bebé nunca se haya sellado el intestino por completo.
La permeabilidad intestinal puede prevenir la absorción de vitaminas y minerales esenciales, lo que puede causar inflamación en el cuerpo que, a su vez, puede provocar una enfermedad autoinmune.
Infecciones Crónicas
A lo largo de la vida, todos estamos expuestos a una variedad de infecciones bacterianas, parasitarias o virales. Una vez contraídos, pueden quedarse en el cuerpo por el resto de la vida, entrando y saliendo de estados inactivos.
Los científicos han sospechado durante mucho tiempo que los virus, como el Epstein Barr pueden estar relacionados con el desarrollo de trastornos autoinmunes.
Las infecciones con especies de la bacteria Klebsiella están asociadas con afecciones que se caracterizan por dolor en las articulaciones, como espondilitis anquilosante, artritis reactiva, y artritis reumatoide.
Algunas personas simplemente son más capaces de tolerar estas infecciones que otras. Si tu cuerpo no puede tolerar los virus, o si tu sistema inmunitario está comprometido, esto puede desencadenar un estado hiper inmune que conduce a la disfunción autoinmune.
Toxicidad
La toxicidad es otro problema común en el mundo de hoy. Ya sea que nos demos cuenta o no, los niveles de toxicidad en nuestro medio ambiente y dentro de nuestros cuerpos están en aumento. Los bebés nacen ya con altos niveles de metales pesados y otros contaminantes, estamos viendo esto al analizar el cordón umbilical. Estamos expuestos a toxinas en el aire que respiramos, el agua que bebemos y en los alimentos que comemos. Además, muchos de los productos que usamos en el hogar o que aplicamos cosméticamente están hechos de productos químicos cuyo impacto en la salud no se ha probado completamente y puede estar afectando negativamente nuestra salud. En algunos casos, la exposición tóxica puede dañar o alterar nuestro cuerpo a nivel celular. Estos cambios pueden hacer que el cuerpo confunda las células dañadas como tejido extraño y continúe el ataque. En otros casos, el efecto es menos directo, causando inflamación crónica que, a su vez, conduce a la hiperinmunidad.
Un estudio de metales nos puede dar idea de la carga toxica en el cuerpo.
Deficiencias de Nutrientes
Nuestro cuerpo es una máquina compleja. Cuando no tiene la cantidad adecuada de nutrientes clave, no puede funcionar correctamente. Desafortunadamente, la dieta moderna promedio es muy baja en alimentos ricos en ciertos nutrientes esenciales, lo que contribuye a muchas de las afecciones crónicas que vemos hoy.
Podría enumerar muchas vitaminas y nutrientes que juegan un papel en la disfunción inmune, los mas importantes, las vitaminas A, D y K, así como Omega 3, hierro, zinc, magnesio y selenio. Pero antes de ir a buscarlos en suplementos, es importante evaluar para ver qué nutrientes están por debajo del nivel óptimo en el cuerpo y luego encontrar la mejor forma de subirlos, tanto de forma natural como a través de suplementos.
Hay otro factor a considerar aquí, y esa es la diferencia entre los niveles "normales" y "óptimos" de cualquier nutriente. Usando la vitamina D como ejemplo. Al evaluar los niveles de vitamina D en una población, se grafican los resultados de miles de personas. Los investigadores utilizan esos datos para determinar el nivel "normal" de vitamina D en toda la población. Estos resultados indican que las concentraciones de vitamina D en los 30 serían "normales" si te sale esto en un estudio, el laboratorio te dirá que esta dentro de rango. Sin embargo, la investigación muestra que el nivel "óptimo" de vitamina D es en realidad entre 50-75. Esto puede hacer que muchas personas crean que sus niveles "normales" de vitamina D son suficientes, cuando en realidad no lo son.
Tener la vitamina D en niveles óptimos es clave tanto para reducir inflamación como para regular sistema inmunológico.
Tratamiento de Trastornos Autoinmunes
El tratamiento para la enfermedad autoinmune no debe centrarse en el manejo o supresión de síntomas. El objetivo debe ser arreglar la función del sistema inmune, regularlo. Hay una o varias razones por la cual el sistema inmunitario no funciona correctamente: el objetivo es descubrir y corregir esas razones. Por ello se debe usar un enfoque multifacético que incluya ajustes en la dieta, cambios en el estilo de vida y suplementación.