Cada vez nos hemos alejado más de las dietas tradicionales, de lo que comían nuestros abuelos, bisabuelos y ni se diga nuestros ancestros mas lejanos como los hombres del paleolítico. Hoy en dia dificilmente comemos partes de un animal que no sean carne magra, es decir músculo. Pero resulta que las víceras, los tendones, la médula, etc.. son mucho mas nutritivos que el músculo. Bien sabían las abuelas que el hígado es un alimento ideal para dar a los bebes. El hígado es rico en aminoácidos, fuente concentrada de vitaminas, minerales y antioxidantes. (vitamina B, vitamina A, vitamina C, biotina, carnitina, ácido lipoico). Es una excelente fuente de proteína de alta calidad, una de las mejores fuentes de ácido fólico (o mas bien folato), y una forma muy útil de hierro, cobre, zinc y cromio. Aunque a ti no te guste, ofrécelo a tus hijos sin juzgar, a la mayoría de los bebes les gusta su sabor. Si a tu hijo no le encanta, pero aun así deseas incluirlo en su dieta puedes rayar el hígado congelado finamente y agregarlo a otro alimento que tu bebé disfrute o picarlo crudo muy finamente y mezclar en la carne molida (para hacer picadillo o hamburguesas). Paté de hígado para bebé De 6 meses en adelante 150 gms de hígado de pollo orgánico crudo 2 Yemas de huevo cocido ¼ de taza de caldo de pollo 1-2 cucharaditas de aceite de oliva o mantequilla o ghee Sal de mar Cortar el hígado orgánico crudo en trozos. Combinar el hígado, el caldo y el aceite en un sartén. Llevar a ebullición y reducir el fuego. Cocinar a fuego lento durante ocho minutos. Vertir la mezcla en una licuadora (hígado, líquido y yema) con una pizca de sal marina. Licuar hasta obtener la consistencia deseada.
Ojo. Para bebes mayores de 8 meses, se puede poner cebolla picada a freír en el sartén con el aceite antes de agregar el hígado.