Una de las preguntas que más me hacen mis clientes es si los lácteos son buenos o no y si deben consumirlos o dárselos a niños. Cada vez hay mas personas que no toleran la leche o sus derivados, les causan gas, inflamación y otros preoblemas digestivos o bien agravian problemas respiratorios pues aumentan la cantidad de mucosa.
Con tanta gente que ha dejado de consumir lacteos, muchas mamás que quieren la alimentación mas sana para sus hijos estan eliminando también los lácteos en las dietas de sus hijos, incluso en niños pequeños de no mas de un año. No porque los niños tengan alergias o intolerancias, sino simplemente porque creen que la leche es 'mala' y les ofrecen leche de soya, de arroz o de almendra en su lugar.
Lo malo es que las "leches" alternativas como las de soya, almendras, coco, etc... que encontramos en el súper contienen muy pocas cantidades de alimentos reales (2% de almendras por ejemplo) y en cambio tienen azúcar, espesantes y conservadores que no las hacen una mejor alternativa. Es especialmente importante evitar el ingrediente carragenina ya que varios estudios han encontrado que es dañino.
Si bien es cierto que los humanos adultos no necesitan incluir en su alimentación ni leche ni sus derivados para tener una ingesta adecuada de calcio y una dieta balanceada, los niños pequeños SI se benefician de consumirla.
En realidad el problema de los lácteos está en la manera en la que son criadas y alimentadas las vacas que la producen y en los procesos que la leche pasa antes de llegar a nuestras manos. La mayor parte de la leche que consumimos, incluso la organica, esta lejos de parecerse a la leche fresca, entera y completa de antaño. Hoy en día compramos en el super leche envasada en tetrapack la cual ha sido homogeneizada y ultrapasteurizada. Si es light ha sido despojada de su grasa y si es deslactosada se le han agregado azucares (lactasa) para pre-digerir la lactosa.
Homogeneizar es el proceso de someter a la leche a fuerza centrífuga, tan fuerte que las moléculas de la leche se rompen, esto es para que la leche se vea siempre igual y que no se separe en nata y suero como naturalmente lo haría. Las moléculas de grasa quedan tan pequeñas que "escapan" al proceso de digestión, llegan intactas al cuerpo y causan problemas.
La ultra-pasteurizacion es el proceso de calentarla a muy altas temperaturas para matar a posibles patógenos, esto mata también a los organismos benéficos y las enzimas de la leche que son los que nos ayudarían a digerirla, pero la hacen estable para que dure mucho tiempo en los anaqueles de la tiendas.
La leche del súper, aunque sea orgánica proviene de vacas que son alimentadas con granos como sorgo, soya y maiz, los cuales les provocan a las vacas muchos problemas digestivos e infecciones y alteran la calidad y el contenido nutricional de la leche. Tristemente muchas de estas vacas no ven la luz del sol ni reciben aire fresco pues viven toda su vida confinadas en corrales.
Por si todo esto fuera poco, si la leche no es orgánica, las vacas reciben además hormonas que aumentan la produccion, antibioticos que las curan de mastitis y de otras infecciones provocadas por la sobre producción o por vivir tan con tantas vacas en espacios reducidos.
Y después, nos preguntamos porque nos cae mal la leche, y porque cada vez habemos mas personas alergicas o intolerantes a los lacteos. Pues obviamente es porque la sometemos a tantos procesos y nos hemos alejado tanto de la manera natural de producirla que nuestro cuerpo ya no la reconoce.
Pero todavía hay otro tipo de leche, una a la que no estamos acostumbrados. La leche bronca de vacas de pastura (grass fed) es un alimento completamente distinto al que podemos comprar en tetrapac. Cuando las vacas comen pasto y hojas verdes, consumen clorofila, la cual procesan y transforman en vitamina D, la mayoría de las personas somos deficientes en esta vitamina y nuestro estilo de vida ya no nos permite recibir suficiente del sol. Esta leche tiene tambien vitaminas A, E y K la cual ayuda en la asimilación del calcio. Estas vitaminas son solubles en grasa, así que si la consumimos entera, como la naturaleza la diseñó, contiene en sí misma lo necesario para ayudarnos a aprovecharla al máximo.
Lo ideal es tratar de incorporar lácteos en la alimentación de los niños. De preferencia lácteos enteros con toda su grasa, orgánicos para que no tengan hormonas ni antibioticos y si conocemos y podemos confiar en su higiene y frescura, leche y quesos crudos (sin pasteurizar) o pasteurizados en frío. Lo más cercano a la leche natural.
Para quienes no pueden consumir lactosa, o caseína de la leche, o quieren complementar su alimentación inluyendo otro tipo de leches, además de la de vaca, preparar leches caseras de almendras o de coco y rotarlas es la mejor opción. Encuentra las recetas para hacerlas aqui en el blog.